Una
oficina virtual
es la representación vía online de la gran mayoría de las empresas de la
actualidad al mismo tiempo que lo es también de prácticamente la totalidad de
estamentos públicos que, a través de la red, se acercan al ciudadano con la
finalidad de facilitar la gestión y tramitación de algunos de los documentos,
solicitudes y pagos que se venían realizando en oficinas tradicionales hasta el
momento.
Para
contar con acceso a la oficina virtual del gobierno o de los ayuntamientos
suele ser imprescindible contar con un documento de identidad electrónico o bien
con un certificado digital que pueden emitir algunas empresas autorizadas para
ello. Esto es lo que garantizará la autenticidad de la persona que está
gestionando o tramitando cualquier documento a través de la oficina virtual.
Desde
un ordenador y contando con una conexión a internet, cualquier ciudadano que
pueda identificarse correctamente a través de la red puede pagar impuestos
trimestrales, presentar declaraciones informativas o censales en la agencia
tributaria, puede solicitar cualquier certificado en su ayuntamiento o puede
gestionar las cuentas en sus bancos sin desplazarse a las oficinas mencionadas
e incluso, muchas veces, sin salir de su domicilio o puesto de trabajo.
La
oficina virtual ha posibilitado que el acceso a la información personal de cada
uno se convierta en algo sencillo con lo que se consigue más transparencia de
datos y la posibilidad de estar al corriente de todo en el momento. Para las
empresas privadas, la gestión de los pedidos online y el acceso a los cobros y
pagos facilita la actividad propia de la empresa.